¿Qué sucedió en Arganda en 1613?
El Motín de Arganda es un suceso que tuvo lugar en la villa de Arganda los días 12 y 13 de septiembre de 1613, con un destacado protagonista, el alcalde Felipe Sanz que encabezó la revuelta popular y el personaje más poderoso del momento, el Duque de Lerma.
Todo comenzó en 1583, cuando los vecinos tomaron la decisión de endeudarse con tal de no ser vasallos del Arzobispo de Toledo. Desde entonces, han pasado más de 30 años desde que Arganda consiguió ser Villa del Rey a costa del sacrificio de pagar 10.200 ducados que los vecinos tuvieron que pedir a dos prestamistas de la Corte. En febrero de 1613 el pago de la deuda se hace insoportable y los vecinos deciden en concejo abierto volver a tener un nuevo Señor. No hubo unanimidad en el concejo, el resultado fue 322 votos favorables frente a 28 vosotros en contra de un grupo de valientes vecinos que con sus nombres y apellidos contradicen la venta y defienden la independencia de la villa.
Jueves, 12 de septiembre 1613
En otras ocasiones, el Duque había tardado más de un año en tomar posesión de sus nuevas villas, pero en el caso de Arganda no llegó a una semana. El 12 de septiembre de 1613, entra en Arganda acompañado por su tío, el Arzobispo de Toledo, y se dirigen hasta su palacio, la Casa del Rey.
El alcalde Felipe Sanz y el pregonero Gabriel Gómez salen desde la Casa del Concejo en dirección a la calle San juan pregonando a los vecinos que enciendan luminarias en puertas y ventanas por la llegada del Duque de Lerma a la villa.
A mitad de la calle un grupo de cocheros y sirvientes del Duque y del Arzobispo, salen de una de las tabernas y comienzan a insultar al alcalde y al pregonero. Uno de ellos, le golpea en la cara con el pomo de su daga y lo derriba al suelo mientras le rompe la vara de justicia. En este momento se arma un gran revuelo, el alcalde ordena que arresten a todos los cocheros y criados y los lleven a la cárcel municipal. El cochero agresor consigue huir y va hasta la Casa del Rey para contarle al Duque de Lerma lo que había sucedido.
Viernes, 13 de septiembre 1613
Era un día grande para el Duque de Lerma, por fin podría incorporar Arganda a su señorío y había que celebrarlo. Para ello había mandado organizar unas grandes fiestas sin reparar en gastos y con el punto fuerte de los toros. Arganda esos días era un hervidero de gente venida de todo Madrid, incluyendo a Miguel de Cervantes, al ser protegido del Arzobispo de Toledo su presencia en la toma de posesión era obligada.
A primera hora de la mañana, el Duque y el Arzobispo se dirigen hasta la Casa del Concejo para tomar posesión de la villa. El Duque no las tenía todas consigo, estaba preocupado por la situación de la noche anterior, y decide preparar una bolsa con 200 escudos y cuando llega a la plaza y divisa al Alcalde, era fácil reconocerlo por el labio partido, detiene el carruaje y envía a su cochero para ofrecerle la bolsa de dinero. El Alcalde, sorprendido y agraviado por este gesto de desprecio hacia lo que simboliza su cargo, rechaza la bolsa diciendo a voz en grito que “el agravio se ha hecho a la vara”. En ese momento, los vecinos que han sido testigos de este despectivo gesto del Duque se levantan contra él, se arma un gran revuelo, que acaba con un amotinamiento y levantamiento popular, y la muerte repentina del cochero y el Duque resulta magullado y golpeado.
Esa tarde, mientras que el cochero era enterrado en la Iglesia parroquial, el pueblo disfrutaba de las fiestas. Sin embargo, El Duque y el Arzobispo tenían pocos motivos para celebraciones, estaban abochornados, magullados y con la mayoría de sus criados y sirvientes presos, contaban las horas para volver a Madrid.
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