Avilés vuelve al siglo XV con la recreación del mercado Franco de Alcabala que otorgaron los Reyes Católicos a la villa.
Una manera inmejorable de pasear por el centro de la ciudad, disfrutar de un entorno único que retrocede seis siglos en el tiempo, detenerse en la notable oferta de artesanía, de joyería, cuero, cerámica, bisutería, de mil y un productos que mirar, mil y un regalos para hacer. Desde tomar un refrigerio, a descansar y reponer fuerzas con una pitanza en los diversos establecimientos gastronómicos que jalonarán el recorrido.
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